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Darío Corrao: “Con la pandemia hubo una visibilización de los Talleres Protegidos”

El Presidente de la Comisión Directiva de Dignidad y la realidad por la que se encuentran atravesando los Tallares Protegidos.

En principio, se refirió a la posibilidad de tener la casa propia y su mantenimiento, las gestiones para que los operarios puedan acceder a un jubilación, la intención que se pueda aumentar el peculio y la planta alta de la sede.

“Es una alegría, hasta el día de hoy no tengo dimensión de aquello que logramos en tan corto tiempo y una situación de país tan difícil”, manifestó Corrao en Radio del Centro.

Asimismo, agregó: “Todavía no caemos y además cuando empezamos a tomar el gusto de tan hermosa obra nos agarró la pandemia”.

“Estamos muy enfocados en sostener la institución, cada integrante de la comisión directiva desde su lugar y la obra se concretó merced al apoyo de un montón de personas, también de la comunidad y del estado”, señaló.

Y resaltó: “Pudimos demostrar a la sociedad que la discapacidad es trasversal a la política e incluso a la parte social, todo fue beneficio para poder terminar nuestra sede. Dignidad es de la comunidad de Chivilcoy”.

“Cuando nos hicimos cargo en marzo de 2017 encontramos a una institución sin estructura pero sí mucha tarea en documentación que nos permitió y facilitó poder ir a gestionar”, destacó, y valoró: “Todas las personas que pasaron por la comisión directiva en mayor o menor medida aportaron su grano de arena y los próximos dirigentes tendrán que proyectarse en funcionamiento pero ya partiendo desde una base”.

“No pudimos prácticamente llevar a cabo un proyecto de trabajo desde el día de la inauguración por las vacaciones de verano primero y la pandemia después”, consignó Corrao.

Además, esbozó: “Hicimos algunas tareas de ventas que la comunidad nos apoya con su compra aún no estamos con un desarrollo de toda la estructura que tenemos y debemos proyectar el futuro”.

“El aislamiento fue complicado al desconocer cómo íbamos a sostener la estructura, afrontar los gastos fijos y el sueldo del personal”, puntualizó.

Acto seguido, precisó: “A los treinta días el personal junto con la comisión ideamos un proyecto a desarrollar surgiendo el pan casero feteado, las tostadas y pan de salvado, más un apoyo del estado provincial salimos a sostener la estructura y que el impacto económico no sea tan grande”.

“Desde la Federación de Talleres Protegidos de la Provincia de Buenos Aires nos encontramos trabajando en apoyo a todos los que hay en la provincia y comenzamos con las charlas de los protocolos para el retorno de los operarios”, expresó.

“Demandará un tiempo poder implementar los protocolos porque los requisitos son muchísimos, tenemos que convocar a una persona que concurra a avalarlos”, explicó, aunque advirtió: “Es complejo porque trabajamos con personas de riesgo, pero algún día tenemos que volver y hay que estar bien preparados al respecto”.

“Tendremos que trabajar de una forma diferente en relación a la prepandemia. En la cuadra de panadería trabajará el personal, los operarios podrán concurrir en turnos de dos horas con media hora entre cada turno. La idea es que vayan cambiando ese ambiente de estar encerrados durante tantos meses”, esgrimió.

A continuación, especificó: “Asimismo pensamos que el traslado de los productos para que los operarios puedan hacer el envasado esté a cargo de una sola persona con todos los protocolos, precisaremos mucha señalización y no todos los operarios podrán asistir por una cuestión de seguridad propia y de sus familiares”.

“Lo positivo que puedo rescatar de la pandemia es poder reunirnos virtualmente y tener muchísimos encuentros que de otra forma no se podrían haber generado que nos permitió avanzar con respecto a que los trabajadores de los talleres protegidos puedan jubilarse”, remarcó.

En tal sentido, dijo que, “Durante mucho tiempo veníamos solicitándolo y este año ANSES está tomando los datos a nivel provincial”.

“Los Talleres Protegidos deben enviar los datos requeridos de las personas en condiciones de jubilarse y así comenzar los trámites jubilatorios”, acotó, y aclaró: “Se podrán jubilar con 45 años de edad y 20 años de servicio”.

“Actualmente un operario de taller protegido se encuentra cobrando $ 3.300: $ 2.000 que abona Nación y $ 1.300 de Provincia, mientras que, los Talleres Protegidos cobran por cada operario $ 1.300, una suma irrisoria que no le sirve ni al operario ni al taller, sería beneficiosa la aplicación de la Ley de Talleres Protegidos. En nuestro país se festeja la aprobación de ley pero tiene que reglamentarse también”, sostuvo.

A este respecto, Corrao aseveró: “Con la pandemia hubo una visibilización de los Talleres Protegidos y cuando salimos desde la Federación a hacer reclamos, a ser escuchados, unimos mediante la tecnología a los 300 talleres unidos e hicieron la fuerza para muchas cosas salgan a la luz como tener en la provincia de Buenos Aires a 6.000 operarios trabajando”.

“Muchos funcionarios no tenían dimensión de la importancia de los Talleres Protegidos”, enfatizó.

Consultado por la planta alta de la sede, Corrao comentó: “En febrero se acercaron representantes de la empresa Henkel, si teníamos toda la documentación en regla tenían ganas de entregar un subsidio a Dignidad para que podamos avanzar con la planta alta”.

“Luego, recibimos el subsidio así empezar con la parte funcional en la planta alta y se avanza con la cocina, los dos baños preparados para personas con discapacidad”, detalló, y deslizó: “sueño con poder inaugurar a fin de año la parte superior del edificio aunque apelando la ayuda del estado”.

“Pretendemos terminar esa obra para que todas las personas con discapacidad puedan desarrollar más y mejores proyecto. Queremos hacer algo relacionado a la rehabilitación, extender el horario, muchas ideas a concretar”, anticipó.

Y culminó: “Cuando todo se reinicie presentaremos un proyecto relacionado a agrandar el cupo de operarios que hoy es de 28 pero viene desde hace tiempo así que intentaremos poder agrandarlo”.

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